lunes, 5 de marzo de 2012

Memorias del futuro

Si la mayoría lo decidió, aunque yo me vea afectada, me chingo. Siempre me ha parecido que hay algo chueco en ese precepto. El sábado fuimos a Coyoacán y acabamos viendo al aire libre "Memorias del futuro":

Estuvo bueno, pero me hice medio de piedra para que no me tumbara. Pasan a un compa diciendo que hace falta que quien gobierne sepa de sed y hambre. Ojalá bastara: mi mamá fue siempre muy pobre y hoy no quiere volver a saber nada de eso; vive tranquila diciendo que no nació para hacer caridades.

Ale pedía consistencia: sé bueno o malo; legal o ilegal, pero sé consistente. A mamá no se le pueden pedir esas cosas. Supongo que existe en algún lado una definición de lo que quiere ser y que es consistente con ella. Sin embargo, no creo que esté muy conciente de tal definición. Y es que mi cerebro matemático funciona al revés: decido qué quiero ser y trato de actuar en consecuencia. Me exijo consistencia y busco sentirme orgullosa y satisfecha de lo que hago y soy.

Siempre que hablo de definiciones me acuerdo de Pedro, que alguna vez me dijo que los deber seres apestan, que hace falta deshacernos de fijaciones y vivir. Así que también sé que lo que quiero ser no es siempre lo mismo; que aplican restricciones y excepciones y demás modificaciones.

Así que hoy me cayó un veinte de por qué hablar con mi mamá es cada vez más imposible y vine a ponerlo en letras de molde para que no se me olvide. Mi actuar es deductivo y ella no tiene ni idea de definiciones e implicaciones y consistencias. Nomás es y punto. Nota mental para la próxima vez que platiquemos.

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