Reprise

Hablemos de la humedad; ésta que nace, despacito, aquí en mi vientre; la misma que me trae hasta tu puerta a estas horas. Hablemos de este modo que tenemos de volver cíclicamente a intersectarnos y colisionar y abandonarnos.

Me preocupa a ratos que seas el punto fijo del sistema; no que me moleste este asuntillo de amor de marineros; pero pasa el tiempo y eres el único puerto en el que encallo, invariablemente, cada tanto.

En esta iteración me indigno yo y luego tú; hablemos de este no saber si esta vez sí nos veremos. Me siento medio vieja para este ajedrez; habrá que ver en qué parte del ciclo se termina el veinte: ¿será que hoy sí nos mandamos al carajo? Agarro mis cosas y ya ni siquiera doy portazo.

La misma ciudad de siempre. El mismo sol que abrasa todo.