Quizá debería empezar escribiendo esto, como siempre, para dejar ir las cosas y seguir viviendo. Siento que si abro la llave, toda el agua de todos los mares de todos los mundos se irá por ahí. Quizá no estoy tan lista para ser río desmadrado. Esto de tener los sentires partidos en dos no está tan chido. Esta infinita ambivalencia. Este no saber si creerle a mis ojitos o a mi cerebro. Este seguir llorando el abandono de mentiras para no concentrarse en el posible Abandono que se viene.
Y todo porque así es esto. Porque una no acaba de entender nada de nada. Porque tengo que dejar de seguir a alguien y empezar a construirme.
Y es que hoy no me da el corazón para nada más. Lloremos por el abandonito para no pensar en el Abandonote. Benditos sean los exceles talachudos. Benditas las cosas que nos matan el insomnio. Benditos los ojos y las manos. Y los pies que van lentito pero seguro. Bendito el aprender a andar en bici; y su perseverancia y mis ganas de reírme de todo. Bendito el té verde con jazmín.
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