martes, 10 de junio de 2014

Día 2

Es complicado esto de entender bien qué papel le toca a uno. Es importante la eficiencia. Es importante el no perder de vista lo Importante. Me preocupa el hermano, más que la mamá. Me pregunto si mi papel en su novela es alguien con quien enojarse, al menos por ahora. Me sorprende el focus que he aprendido; en otros tiempos probablemente estaría muy entretenida con el drama sin importancia. Quizá si no hubiera decidido dejar la espada me traumaría y me lo tomaría todo personal. Será que he crecido.

Entonces, quedamos que todas las ideas emprendedoras, a través del hermano, que es el medium. Y la mamá será la histérica quién sabe hasta cuándo. ¿Y yo? ¿A mí me toca la comunicación con el papá? Parece que sí. La comunicación libre de drama. ¿Que pueda venir a hablar conmigo de sus miedos? Y yo sacarlos por algún otro lado. No podemos tener dos personas a quienes cuidar. No podemos. Toca sacar la casta. Me sorprenda cabrón que no quisieran decirle. Por dios. Esto de estar casado con alguien que no es tu igual. Esto de que con los años el amor ya no sea tan evidente. Vuelvo a los modos. A la agresividad. Al trato amable que hace una diferencia importante. Ah pero, a huevo, tenía que irme a meter a un lugar dnd la banda es pesadita.

Será que eso de ser fuerte es como aguantar la respiración mucho tiempo. Será que con los años uno se cansa y se deja ir.

Toca hacer y no pensar mucho. Doy gracias por no tener el papel del hermano. Neto que sí. Supongo (y espero) que el hermano opine igual.



No hay comentarios:

Publicar un comentario