Que quiero que me encuentres. Entre tantas marañas que me tejo alrededor. Ente las migajas de pan que te voy dejando. Que apenas me soltaste y extraño el modo en que me acomodo entre tus brazos. Que me la quiero llevar con calma y no saltarte al cuello porque esto da para más. Que ni siquiera me importa que esto quede chido; que sólo quiero sacarme tantita de la emoción que traigo.
Que no me la creía. Que hay un épsilon mayor que cero de sospecha rarita porque no es lo mismo los tres mosqueteros adolescentes que diez años después... Sí, que vámonos con calma; nomás por el gusto de fingir que no sabemos que está pasando.
Un día de éstos quizá pueda volver a escribir como cuando escribía. Chance deje de empezar tantas frases con "Que..." en subjuntivo. Quizá vuelva a tener la paciencia de andar puliendo palabras.
A veces se me sale lo adolescente. Mucho más de lo que me gusta admitir. Esto me remite a otros tiempos en que tampoco me la creía. Porque a veces así es uno; están las cosas frente a los ojos y no basta.
Carajo. A estas pinches horas y en estos pinches días ando menos poética de lo normal. Chale. Estoy acostumbrada a sacar inspración de otros tiempos. Ya no me acuerdo cómo se hace esto en el mundo real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario