viernes, 28 de febrero de 2014

Esferas

Y entonces terminó. Creo que los dos esperábamos que el otro estuviera bromeando. Yo fui la primera en caminar para alejarme. Comenzaste a andar hacia el otro lado y me detuve. Sé que me sentiste volver sobre mis pasos y girar hacia ti. Seguiste andando. Como el niño que estira una lombriz; con esa crueldad filosa de la infancia.

Al final yo también caminé para alejarme. Quizá algún día dejaré de ser esta que corre en sueños, que despierta y sigue corriendo. Eventualmente le daré la vuelta al mundo y volveré a toparme contigo. A estas alturas ya no sé si huyo de ti o si corro cada noche sólo para volver a encontrarte.

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