A veces fantaseo con que estás detrás de esta pantalla siguiendo los movimientos de mi mouse o las teclas que presiono. Con que sabes que te busco y de todos modos no haces nada. Te sonríes porque estás esperando el momento justo y la estrategia precisa; porque sabes que todo saldrá bien. Y entonces me traumo y desespero. Si es tan pinche obvio lo que estoy haciendo, qué carajo está pasando!
Entonces respiro. Porque al final de cuentas te persigo porque así me encuentro. Te busco y te pierdo porque se me da la gana; porque todo niño tiene derecho a darse atole con el dedo. Porque acosarte es un acto del más puro egoísmo. Porque me gusta que me gustes y me vale madre. Porque en la infactibilidad está la magia.
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Extraño las mariposas. El crush irracional. Los nervios de adolescente.
Y, bueno, tbn extraño el tener dúo dinámico; el tener con quien ñoñear y alguien a quien ver con cara de borreguito borracho. A veces siento que estoy muy pasivamente esperando que llegue algo que me maraville y me mueva el piso. Quizá debería hacer algo para encontrarlo. Ser un poquito más activa.
Nefasto que con los años uno se llene de chingaderas y hasta los crushes se vuelvan complicados. A ver, niña, carajo, por qué no puedes enamorarte a lo pendejo y escribir cartitas y soñar cursiladas sin pinche complicarte! Uff y sobretodo sentir el drama del crush no correspondido, como si la vida dependiera de ello; aunque en el fondo supiera que no, eso no impedía el "querer arrancarme la piel" por cualquier güey...
Necesito ser un poco menos difícil.
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