Esta enorme bendición que es ver llover y no mojarse. Al menos cuando una está sola y la oficina está vacía. Porque, claro, cuando más ganas dan de salir a correr en la tormenta es a las 2am con todo el frío del mundo; ahorita estamos bien así. Té de gordolobo pa' la gripa, que parece que se está quitando. Gripa que no es mía, que es tuya; que se cocinó un par de semanas (seems quite far fetched, but, meh, let's assume it's so). Callo la música para escuchar el aguacero. Mis historias de besos bajo la lluvia. Esta fantasía adolescente de empaparnos; besarte con toda la impunidad que esta recién adquirida libertad me concede. Escribir cosas que no suenan, que no riman. Y que no importe, que la lluvia y tu cabello escurriendo sean lo único en el mundo. Que se vaya la luz si quiere. Llegar muertos de frío y de cansancio. Regadera caliente y nuestros lentes empañados.
Hasta tu música horrenda suena bien de fondo.
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