Este impulso que me provoca querer publicar manifiestos cada que decido o descubro alguna estupidez. Cuando esto blog deje de servir, volveré a tirarme al piso y patalear.
martes, 17 de septiembre de 2013
Y después del hospital...
Vengo a poner mi cabecita en tu regazo. Hoy no me dan las manos para quitarme las hojas del parabrisas; para sacarle los huesitos de limón al caldo.
Tengo en ti proyectadas tantas cosas.
Acúname en tus brazos que este cuarto hará de vientre. No acabamos de entender el ver llover y no mojarse.
Otros cinco minutitos; si nos quedamos quietos el mundo pasará de largo. Pero cierra los ojos, Paloma, que tanta luz nos delata.
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