De repente vuelvo a tener 18 años y es 06/06/06 y el mundo se va acabar y, sentada en una banquita del parque, me quedo pensando en que no habría pedo si sucediera.
La ciudad se derrumba y yo cantando,
dice Silvio.
El otro dia cantaba que "amo el amor de los marineros que besan y se van". Pero ni madres. Amo el amor de los marineros que besan y se quedan y se transforman en amigos de ésos que le hacen la vida a uno muy chingona por los siglos de los siglos. Y me caga, me caga, me caga, que aquel primer marinero se haya ido pa'otros mares. Así es este desmadrín.
Hoy no importa que se acabe el semestre y que tenga pito mil cosas que hacer. No que no esté ocupada ocupándome de todo lo que hay que hacer. Nomás me di mi pausita para saborear un traguito del café, que me quedó muy bueno, antes de seguirle.
Y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti,
carajo. La bronca está cuando toda esa intensidad no es correspondida.... Pero ya, ya. A seguirle, señorita.
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