Desparramar el ser sobre la arena. Bajo estas estrellas que parecen temblar de ganas, dejo que me invada una sensación como de otra piel sobre la mía. Respiro. Aire frío, para variar.
Dejarse ser y dejarse llevar. Al menos de vez en cuando.
Yo no sé por qué carajos la gente vive en otros lados, pudiendo vivir en Los Cabos. Un día de éstos, agarro mis chivas y me largo al mar.
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