La misma fantasía de tus manos en mi pierna. La misma respiración de nube incandescente. La misma mirada que me pone como masa de buñelo que se deja devorar por el aceite y se transforma. La misma sensación de paz a mitad de estos impulsos que a veces casi sobrepasan las cotas de este cuerpo.
Tu presencia de ola que revuelca todo. Que mantiene a raya la oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario