lunes, 12 de agosto de 2013

And back to school

Estos días he divagado sobre hijos. Aún no sé si los quiero para mí, pero ha sido el tema de mis conversaciones. Mi mamá dijo que no me veía siendo igual de paciente con mis hijos que ella lo fue conmigo, para enseñarme a leer y jugar conmigo y todo eso. Ouch. Esas verdades de mamá; siempre en parte verdaderas, pero justo en la parte que más duele.

No sé, a veces querría decirle que no me tome tan en serio; que confíe en la sabiduría del tiempo y en mi habilidad para adaptarme y agarrar la onda. Al final, hoy creo una serie de cosas que quién sabe si seguiré creyendo mañana. Es como decía Ale sobre Dios (con mayúscula, porque es el dios de los católicos) a su abuelo: "Si estás tan seguro de lo irremediable de Dios, entonces deberías confiar en que tarde o temprano llegaré a él." Así estas cosas.

Empieza un semestre nuevo. El proyecto en que se va a basar la tesis está agarrando forma. Ya me había apanicado porque pensé que había elegido mal el proyecto. Pero estos días que he convivido un buen con David me dejan claro que no. Y es que parece que lo que más pesa para mí son las personas. Es como le dije una vez a Adolfo y luego me arrepentí por sonar medio lanzada: "En realidad me vale madre qué hagamos; yo quiero trabajar contigo y punto." Es importante saber estas cosas para tomar mejores decisiones.

En la misma línea, creo que voy a acabar eligiendo universidad para el PhD con base en la ciudad, ja. Al final, en chingo mil lados se hacen cosas padres. Es como nos decía Ricardo, el dude de Comunicación Visual en prepa: "Los mismos profes dan clases en todos lados; la diferencia la hace la visión de la universidad; su filosofía. Fíjense en eso ahora que andan decidiendo qué hacer con sus vidas."

Andar en tierras itamitas en lunes de regreso a clases. Me sigue dando emoción. Ahora en la maestría tenía clase los martes, así que me perdía un poco del nervio del primer lunes. Es chido. con esta emoción que me dan las cosas nuevas.

Me siento más tranquila ya que empezó el semestre. Este verano fue un desmadre. Como ya había yo parloteado por acá, parece que no intenseo si no ando en chinga y que no ando en chinga si estoy fuera de la escuela. Again, es importante irle midiendo el agua a mis tamales mentales.

Voy a leer un cuentito que me recomendaron. Qué feliz me hace tomar café en mañanas de escuela. Será que no estoy en el trabajo adecuado, pero no se compara mi emoción x el trabajo con la de la escuela. La neta se queda muy corto. Con todo y que siempre procuro ir contentita y sonriente.



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