Las cosas que me callo en este extremo de la cama. Como todas mis preguntas sobre ella. Me pierdo en tu boca y me pregunto quién carajo te enseñó a besar. Tus manos expertas. Yo sé que no es parte del trato hablar de esas cosas y que afuera queda siempre el mundo real; todos los caminos y las gentes. Pero pasan las semanas y se juntan los te amos en mi vientre.
Tomo la bolsa y los tacones y me largo. Celos que no pueden existir. Cigarro en una esquina. Este corazón tan malpuesto entre las piernas no resulta tan rentable.
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