martes, 26 de junio de 2012

Air in, air out. Repeat till convergence.

Bien dicen que ojos que no ven, corazón que no siente. Siempre parece que las cosas verdaderamente malas le suceden a otros; lejos....

Alguna vez fui al hospital a ver a mi abuelita. Otra vez fuimos porque a Diego lo iban a operar. También está la vez que casi me intoxico... Hospitales.

Anoche me costó trabajo dormir, pero para nada se compara con cómo me siento ahorita, habiendo regresado de visitarlo. Ahora sí es de a devis. Y lo peor es la incertidumbre... Vine a garabatear por acá para evitar que empiecen a desfilar frente a mis ojos los peores escenarios posibles.

Mañana voy a regresar a verlo. Me caga no poder robármelo e irnos corriendo, para que las cosas malas sigan siendo algo que existe, pero quién sabe dónde.

Pfff, no sé qué hacer con mi cabeza. Al rato voy a box, a callarla a punta de ejercicio. Mientras, voy a buscar mi ipod para dejárselo mañana. Ojalá pudiera inventarme uno de esos telefonitos hechos con dos vasos de papel y un hilo. Iría a colgarme de algún árbol cerca de su cuarto.

Cuando ni las aguas de los ojos ni los garabatos aleatorios funcionan, no queda más que respirar.

Inhalar.

Exhalar.

Inhalar.

Exhalar.

Y repetirlo hasta que pase lo peor.

Inhalar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario